Octubre es un mes en que nace la reflexión y la gratitud frente al hecho que ha permitido que miles de personas alrededor del mundo se hayan encontrado con el budismo Nichiren y la SGI. Es la salida a ultramar del presidente Ikeda (2 de octubre de 1960) cumpliendo el anhelo de su maestro y haciendo realidad su juramento como discípulo.
El Sector Centro organizó un encuentro en el cual se dio a conocer el tema Constructores de la paz acercando la enseñanza a la vida cotidiana e invitando a tomar conciencia sobre la propia actitud frente a situaciones del día a día.
Los niños de la División Futuro realizaron su presentación precedidos por una introducción musical de la DJF, uniéndose luego en la canción Paz, paz, paz.
El relato de experiencia estuvo a cargo de César Guizabalo y su esposa Emma Luis, quienes compartieron con los presentes sus avances como familia, consecuencia de sus esfuerzos en la fe y las actividades de la SGICH.
Felices nuevos miembros oficializaron su ingreso a la organización y la Banda Musical del Nuevo Siglo adornó la ocasión con emotivas melodías.
En sus palabras de saludo, Fumio Imai, director general, se refirió justamente al tema de la paz, señalando:
El kosen-rufu es un sublime objetivo y gran sueño para nosotros. Es el sueño de abrir el camino de la paz y la felicidad de toda la humanidad. Sin embargo, en este mundo actual, la humanidad está en una situación muy tensa bajo la amenaza de las armas nucleares.
Ikeda Sensei en un ensayo citó las palabras de una pequeña niña de la Ex-Yugoslavia en 1990. La niña dice: Yo no quiero juguetes ni chocolates. Todo lo que quiero es paz y libertad. Por favor, gente de Europa, gente del mundo, despierten su corazón humano para poner fin a esta guerra.
Pienso que este clamor de la niña refleja lo que viven las personas afectadas por la guerra, ya que nadie en este mundo tiene derecho a privar de la vida a otros.
Para lograr la paz de verdad, sembremos la semilla de la paz, apoyando a cada persona que lo necesite, porque en estos gestos se encuentra precisamente nuestra misión.
El kosen-rufu es el movimiento por la expansión de la amistad. El diálogo con los amigos, estrechar los lazos del corazón con ellos, es lo que precisamente Ikeda Sensei ha venido expandiendo hasta hoy a nivel mundial.
La clave para cultivar la verdadera amistad es, más que nada, el diálogo. Si existe el diálogo directo y sincero, de corazón a corazón, el odio se convertirá en confianza y la desconfianza puede transformarse en amistad.
La amistad en sí es el tesoro de la vida. El diálogo es la prueba de nuestra humanidad. Entonces, vamos a ponernos en acción, extendiendo aún más ampliamente los vínculos humanos con nuestros amigos.
Nosotros estamos aprendiendo de Sensei respecto de cómo hacer brillar al máximo nuestra propia vida y lograr la felicidad absoluta. Estamos concretando junto a él el anhelo de ser victoriosos teniendo como objetivo transformar nuestra vida interior.
Recordemos el principio de la revolución humana: Una sola persona puede ser capaz de cambiar el destino de toda la humanidad.
Con esta convicción, vamos a seguir avanzando con mucha esperanza por la paz del mundo.
El encuentro por la paz mundial se realizó el domingo 1 de octubre de 2017 en el centro cultural de la SGICH, y contó con la presencia de miembros de Santiago y regiones.