Las personas que se inician en la práctica del budismo de Nichiren generalmente introducen primero la entonación de Nam-myoho-renge-kyo (también denominado daimoku) por unos minutos a la mañana y a la tarde.
Se recomienda adoptar el budismo de una manera práctica y apropiada a las circunstancias de cada persona, por lo que se alienta a quienes se inician en el budismo, que puedan comprobar los efectos de la oración acostumbrándose gradualmente a la práctica. La presencia de los compañeros de práctica en los grupos locales de la SGI ayuda a despejar las preguntas que surgen en el proceso de aprendizaje.
La cantidad de tiempo que se dedica a la oración es una elección personal. Por ejemplo, al comienzo, una persona puede optar por hacerlo durante cinco o diez minutos cada vez. Lo más importante es tratar de convertir la oración en una rutina, en lo posible, matutina y vespertina. Mantener la práctica es un desafío constante, que sin embargo, permite cosechar muchos beneficios. Con frecuencia, quienes enfrentan obstáculos oran de manera mucho más concentrada para lograr percibir su situación con mayor claridad.
La entonación del daimoku se compara con el acto de cargar una batería, de modo que, cuanto más energía esta tiene, más puede dispensar. No obstante, es importante recordar que la práctica no es algo mágico. Nos brinda esperanza, fortaleza y energía, de modo que podamos llevar a cabo la acción correcta para resolver nuestros problemas. Muchas personas oran naturalmente por otras personas que están sufriendo.
El objetivo de la práctica del budismo no se limita en lograr beneficios para uno o lograr meramente el desarrollo individual. La práctica budista permite generar cambios para uno y para los demás. En cualquier etapa de la práctica budista, las personas pueden aprender más de la fe al entrar en contacto con otras, intercambiando y dialogando con los demás, que practicando solas. Debido a que en el budismo existen ciertos conceptos complejos, y la reflexión objetiva de la condición vital individual a veces requiere cierto grado de disciplina, en la SGI, se alienta a los nuevos miembros a hacer preguntas. En el proceso de extraer su máximo potencial, las personas necesitan el apoyo de otras. La SGI cuenta con un amplio colectivo de miembros, en donde las personas pueden recibir aliento, encontrar lazos solidarios de amistad y de apoyo mutuo. La SGI ha logrado considerables resultados gracias al esfuerzo mancomunado de sus miembros, en su labor para generar cambios positivos en el mundo, a través de proyectos comunitarios, exhibiciones y una gran gama de actividades.
Los doce millones de miembros del orbe entero que integran la Soka Gakkai Internacional (SGI) profesan el budismo de Nichiren, una filosofía dinámica y profundamente enraizada en la vida cotidiana
La SGI busca construir las bases para una cultura de paz. Sus publicaciones, exposiciones educativas y campañas dirigidas a la toma de conciencia, facilitan las oportunidades para el intercambio y el aprendizaje en este tema.
Desde 1983, cada 26 de enero, en el Día de la SGI, el presidente Ikeda ha escrito diversas “propuestas de paz”, como él las denomina. En ellas expone medidas específicas para el desarme y el desarrollo sostenible.
Su objetivo es concebir una estructura para que el siglo XXI sea un preludio de un nuevo milenio de humanidad y de respeto hacia la dignidad de la vida.
Individualmente, las propuestas de paz han servido para generar un sostenido diálogo humanístico sobre temas globales y, tomadas como un todo, forman una colección de pensamientos en las que se aplica la filosofía budista a las realidades prácticas de los asuntos internacionales.
El respeto hacia la diversidad cultural es una tesis fundamental para la Soka Gakkai Internacionl (SGI). Se busca promover el intercambio cultural con el objetivo de crear una sociedad internacional de mutuo entendimiento, tolerancia y armonía.
Dentro de las instituciones afiliadas a la SGI enfocadas al desarrollo de la cultura cabe destacar el Museo de Arte Fuji de Tokio fundado en 1983, el cual no sólo representa los tesoros de la herencia cultural de la humanidad al público japonés, sino que, además expone parte de sus colecciones en otros museos alrededor del mundo.
También es reconocida la Asociación de Conciertos Min-On, cuya misión es desarrollar y profundizar el entendimiento internacional, promoviendo intercambios culturales y musicales en todo el mundo. Para ello auspicia giras de artistas extranjeros en el Japón y promociona actuaciones de artistas japoneses fuera del país.
La Soka Gakkai Internacional (SGI) tiene sus raíces en la Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad Educativa para la Creación de Valor), una organización con fines educativos. Es por ello que la educación es una tarea importante para la SGI. El objetivo fundamental en sus programas educativos es posibilitar que toda la gente cultive su personalidad y disfrute de vidas plenas y felices.
Con la visión de la educación como una herramienta para curar las heridas pasadas y construir sociedades orientadas hacia el avance en que todos los habitantes puedan sentir que están triunfando, Daisaku Ikeda ha creado todo un sistema educacional que abarca desde la etapa pre escolar hasta los estudios universitarios de pre y pos grado. Así, ha fundado la Universidad Soka el Instituto Superior Soka para Señoritas, la Universidad Soka de los Estados Unidos y el sistema escolar Soka, el cual está formado por los jardines de infancia y las escuelas primaria y secundaria para la educación básica y diversificada en el Japón, Singapur, Malasia y Hong Kong.
Para Daisaku Ikeda, el propósito de la educación Soka es ayudar a desarrollar individuos de mente amplia, que no se limiten a buscar conocimientos sino también sabiduría.
La llave para sacar nuestro potencial, recae en esta frase Nam Myoho Renge Kyo. Al repetir esto no es necesario pensar en todo lo que significa, al igual que un lactante no sabe de todos los nutrientes y vitaminas que están en la leche para su crecimiento y desarrollo, esta frase al igual que la leche, entrega inmensos beneficios a su vida para quien lo recite.
Proviene del sánscrito namas, que significa "dedicar o consagrar la vida".
Myo puede traducirse como "místico" o "maravilloso", y ho significa "ley", siendo su traducción “Ley Mística”. La Ley Mística transforma la vida de cualquier persona, incluso la de la más infeliz, en una vida de felicidad suprema, sea cual sea la época y la circunstancia.
Cuyo significado es “Flor del Loto”, es una metáfora que ofrece una mayor comprensión de las cualidades de esta Ley Mística. La flor de loto es pura y fragante, inmaculada a pesar del agua fangosa en la que crece. Del mismo modo, la belleza y la dignidad de nuestra humanidad se revelan en medio de los sufrimientos de la realidad diaria.
Significa “Sutra” o “voz”, indica la enseñanza que el Buda expuso con la voz. Esto quiere decir que cuando invocamos o cuando hablamos a otros de Nam-myoho-renge-kyo nuestra voz resuena y estimula nuestra naturaleza de buda, la de los demás y la del entorno.
Algunas religiones le dan importancia primordial a la fe; otras recalcan la práctica en actos bondadosos, otras promueven la búsqueda doctrinal, mientras que otras la desalientan, dejándoles el tema a otros profesionales de la religión. El budismo de Nichiren Daishonin alienta el equilibrio de la fe, práctica y el estudio.
Los miembros de la SGI realizan su práctica diaria en su hogar, pero también se reúnen regularmente con otros miembros dentro de sus comunidades. En los encuentros de diálogo, cuya tradición se remonta a los comienzos de la Soka Gakkai –que surgió en el Japón antes de la Segunda Guerra Mundial—, los miembros estudian los principios budistas y el modo de aplicarlos a la vida cotidiana.
Las reuniones de diálogo se realizan por lo general una vez al mes y, en su mayoría, se llevan a cabo en las casas particulares de los miembros que las ofrecen para ese propósito. Esos encuentros les brindan a los participantes la oportunidad de desarrollar valiosas relaciones humanas.